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Luxemburgo, fichaje exprés del Real Madrid

En 24 horas, destituye a García Remón y firma al técnico brasileño por una temporada y media.



El Real Madrid aprovechó el atracón y empacho navideño de la Prensa para destituir a Mariano García Remón y contratar en apenas veinticuatro horas a Vanderlei Luxemburgo (Río de Janeiro, 10-5-1952). En la operación más rápida de la era Florentino Pérez, el técnico brasileño aceptó sin pestañear la oferta para dirigir al conjunto blanco por lo que falta de temporada y la próxima. El flamante campeón de la Liga brasileña (con el Santos de Robinho) se comprometió con el Madrid en menos de un día porque ambas partes estaban muy interesadas en cerrar la operación sin levantar la más mínima sospecha que enfangase las negociaciones. El fichaje se ha cocido en las últimas reuniones que han mantenido el director general deportivo, Emilio Butragueño, y el director de fútbol, Arrigo Sacchi, esta misma semana.

«Tanto Arrigo como yo, pensamos que es la mejor decisión para el Real Madrid. La propuesta de la Dirección Deportiva ha recibido el respaldo unánime de la Junta directiva», comentó Butragueño justificando la contratación. «Tiene un perfil grande, con una gran trayectoria en su país», adujo Sacchi. El clavo ardiendo del Madrid es Vanderlei Luxemburgo, un desconocido para la mayoría de los aficionados españoles. Tiene mucha experiencia en la Liga brasileña (5 títulos) y dirigió a la selección «canarinha» entre 1998 y 2001. El entrenador se subió el miércoles al primer avión con destino Madrid (el mismo que utilizaron Roberto Carlos y Ronaldo para volver) para firmar el compromiso y comenzar a trabajar.

Ayer, pasadas las dos y media de la tarde, su perfil agitanado se hizo visible en la sala de Prensa del Santiago Bernabéu. Traje azul marino impoluto, camisa blanca, corbata roja, un llamativo reloj de oro, moreno playero envidiable y los ojos irritados por el cansancio del viaje.

Ni duro ni blando, profesional
Su primer discurso fue una mezcla de agradecimientos y propósitos. No se ve como un salvador de almas ni como un capataz de galeras. «No soy duro. Soy profesional. ¿Plantilla acomodada la del Madrid? Es muy sencillo mis deberes acaban donde empiezan los de los jugadores». El trabajo para el nuevo entrenador será asfixiante en las próximas jornadas. En las sucesivas reuniones con Butragueño y Sacchi intentará procesar toda la información que rodea al primer equipo. Ayer, de momento, dejó plasmados cuáles son los pilares de su proyecto.

«Hay cuatro factores fundamentales: la disciplina, la unión, el trabajo y la profesionalidad. Vengo para ganar. Y para ganar hay que trabajar. No prometo títulos, aunque a los ganadores no nos gusta pasar un año en blanco. Me gusta ganar. El equipo tiene que estar comprometido. Y el compromiso en el campo debe ser total. Luego vendrá la parte táctica y la técnica», añadió el brasileño. De momento, Luxemburgo pide un poco de tiempo. «Primero quiero saber qué pasa con el equipo, cómo se encuentra y cómo respira. De momento digo que no podemos desperdiciar la Liga porque estemos a doce puntos. Si ganamos cuatro partidos la clasificación puede cambiar bastante».

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