Michael Owen es un suplente de lujo en el Madrid y está más que harto de chupar banquillo. El jugador ha hablado claro y alto. Está dispuesto a marcharse.
Owen aterrizó el pasado verano en la casa blanca con la aureola de galáctico. Muy felices se las prometía, pero poco tardó en observar, con rabia e impotencia, que pasaban las jornadas y jugaba sólo con cuentagotas. El delantero, en declaraciones al Daily Mirror, ha sido tajante al manifestar que o juego, o me voy. En el Real Madrid tengo cerradas las puertas de la titularidad y no puedo seguir así. Owen está dispuesto a hablar con Florentino Pérez para intentar buscar una solución. Eso sí, el jugador está que trina. Teme que por culpa de su suplencia en el equipo merengue llegue el momento en que la selección de Inglaterra se olvide de un atacante de cinco estrellas, que dejó el Liverpool para triunfar con la zamarra blanca.
Si las cosas no cambian, mi futuro con la selección estará en peligro. Tengo una gran ilusión por disputar el Mundial del 2006 y, si no soy titular en el Madrid, es muy posible que Eriksson apueste por otros delanteros, añade Owen, que se ha ganado el afecto de la afición madridista ya que, pese a jugar muy poco, acostumbra a ser una garantía ante el marco contrario. El pasado domingo, sin ir más lejos, su actuación fue clave para que el Madrid remontara un marcador adverso en El Sadar y ganara (1-2) a Osasuna.
Otro dato a tener muy en cuenta estriba en que Owen, pese a que no lo dice en voz alta, considera que Vanderlei Luxemburgo le discrimina ya que, por encima de todo, tanto Raúl como Ronaldo son fijos, intocables, aunque estén en momento malo, muy malo o desastroso. Florentino presentó a Michael Owen como fichaje estrella para la actual campaña y dedicó al inglés todo tipo de elogios.
Tres entrenadores ha pasado desde entonces por el banquillo español (Camacho, García Remón y Luxemburgo) y ninguno de ellos le ha valorado en su justa medida. No es de extrañar, pues, que el bueno de Owen lance un ultimátum al Madrid. Su caso es extraño: un galáctico condenado a la suplencia. No es intocable...
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En Inglaterra se sigue con gran interés la situación de Michael Owen. Arsenal y Chelsea están dispuestos a pujar fuerte por el delantero e incluso el Liverpool estaría encantado de que su hijo predilecto regresara a casa. Ofertas no le faltarán a Owen, todo un killer.
